Abena

Mi nombre es Abena. Soy del norte de Ghana, de la zona de Builsa South.

Fotógrafo: Christoph Ziegenhardt Copyright: © 2014 CBR Sandema/CBM Australia

Mi nombre es Abena. Soy del norte de Ghana, de la zona de Builsa South. Tenía 9 años cuando me atacó la polio. Mi madre dice que cuando la enfermedad me atacó yo no podía pararme, por lo que me llevaron a hospitales para solucionar el problema, pero no pudieron hacerlo.

Me di cuenta de que no podía caminar. Pero yo estaba decidida a ir al colegio porque las niñas y niños irían al colegio, volverían con sus libros y se pondrían a leer. Así que fui a gatas hasta el colegio. A veces, los niños en el colegio jugaban y saltaban, y yo me quedaba sentada mirándolos. Me sentía sola, así que decidí dejar de ir al colegio. Dije: «Es un desperdicio».

Cuando era pequeña tenía problemas para ir al baño porque no podía caminar. Tenía que ir a gatas hasta el aseo, los matorrales. Pero no podía agacharme porque no tenía fuerza en las piernas, así que a veces me lo hacía encima. Y todos los demás se burlaban.

Sentía como si no fuera un ser humano. Me sentía frustrada y sola.

Pero cuando recibí el triciclo la cosa mejoró mucho, porque ya mis manos no tocaban el suelo ni mis piernas tampoco. Me sentía limpia.

Decidí dedicarme al comercio. Usé el pequeño capital que tenía y compré cacahuetes y galletas y vendía agua pura. Utilizaba los beneficios para volver a comprar. Creo que eso está muy bien.

Soy la Organizadora de las Mujeres Discapacitadas para la Sociedad de Discapacitados de la zona de Builsa South.

Les digo a las personas con discapacidad, sobre todo a las mujeres, que no deben pensar que son discapacitadas porque no pueden hacer nada. Todavía pueden hacer mucho. Pueden ir al colegio. Pueden aprender un oficio. Pueden casarse. Pueden tener hijos y llegar a ser alguien.

Gracias a ello, muchas compañeras están aprendiendo peluquería, corte y confección, y algunas están yendo al colegio.

Y a los hombres capacitados les digo: ͞La discapacidad no es incapacidad. La discapacidad es mala suerte. Les puede ocurrir en cualquier momento, así que no nos discriminen͟.

Les dije que nos incluyeran en todo lo que hacían en esta comunidad para que también seamos parte de ella. Cuando escoges candidatos para la asamblea local, es mejor escoger también a alguien con discapacidad para que estén representados y hablen en nombre de otros discapacitados.

Quien lleva puesto el zapato sabe lo ajustado que le queda, cuánto duele llevarlo. Pero, ya que ustedes no lo llevan puesto, no pueden hablar por mí. Así que es mejor que nos den la oportunidad de hablar por nosotros mismos.

Cuando alguien ahora me llama tullida no siento nada. Siento que están bromeando. No me siento discapacitada, me siento una persona capaz. Ahora soy feliz.

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