Martha

Mi nombre es Martha. Tengo 25 años de edad.

Yo tenía siete años de edad cuando fui a Primer Grado, y aprendí a escribir. Era difícil para mí porque yo no tenía un intérprete. Estuve allí por cuatro años.

Cuando yo tenía doce años de edad, fui a una escuela donde los estudiantes tenían intérpretes. Yo estaba muy feliz porque ahora yo sabía escribir y podía comunicarme. Entonces era más fácil para mí y yo aprendí otras cosas; por ejemplo, aprendí a tejer y hacer otras cosas.

Yo aprendí a dibujar, y tenía una profesora que me ayudó a mejorar en lo que yo estaba haciendo, y yo también aprendí a pintar.

Sin embargo, yo no me gradué en esa escuela, porque ellos no ofrecían todos los años de la Secundaria. Para graduarme, yo asistí a otra escuela en Juigalpa.

Esto era difícil porque es un viaje largo, todos los días. También era difícil porque no todo el mundo podía entenderme. Al final yo pude lograr mi meta, la cual era graduarme.

Mi familia siempre ha sido muy comprensiva, y cuando yo regresé a casa, mi familia continuó ayudándome mucho.

Yo conocí a una persona que también era sorda, y esta persona aquí me ha ayudado a aprender más señas, y todos trabajaban duro porque ellos querían que yo fuera feliz en mi casa. Pero yo me aburro aquí porque no todos pueden entender lo que yo quiero decir.

Me he vuelto muy buena tejiendo. Puedo hacer prácticamente todo lo que quiero cuando se trata de tejido y decoración en tela. Y también ahora yo estoy creando cosas que los bebés pueden usar. Entonces yo estoy esperando, y yo sé que Dios me va a proveer los clientes, y yo sé que Dios va a darme la sabiduría que yo necesito.

En el futuro, yo quiero ir a Juigalpa y pintar allá – Tal vez vender mi arte. Yo también he pensado en visitar Costa Rica, o los Estados Unidos, o Australia.

Entonces todos los lugares que yo he mencionado, son una posibilidad en mi vida, pero para todos ellos, tú necesitas dinero, y tú necesitas trabajar para conseguir dinero, y yo no sé cómo conseguir ese dinero. Y otro problema es que yo siempre necesito a alguien conmigo, porque yo soy sorda, y no todo el mundo puede entender el lenguaje de señas.

Dios y la Virgen están siempre cuidándonos, y yo creo en eso. Yo soy muy feliz.

 

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